El 20 de marzo se celebra a nivel internacional el Día de la Felicidad, según lo que estipuló la Organización de las Naciones Unidas en 2012.
Lo anterior con la finalidad de reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
Hablar de felicidad en estos tiempos resulta bastante complejo. Día a día nos enfrentamos a información difícil y en muchos casos desoladora, que influye en nuestra concentración, bienestar, y estado de ánimo.
Sabemos que a raíz de la contingencia sanitaria todo cambió de forma repentina, siendo el trabajo una más de estas aristas. Existe claridad sobre el hecho de que los entornos de trabajo han experimentado diversos cambios, lo que antecede a la evolución de más adaptaciones según el desarrollo del Covid, las tecnologías y procesos de vacuna.
En esta nueva etapa muchas empresas consideran la satisfacción de sus trabajadores como una de las evidencias de éxito. Pero, ¿cómo se puede llegar a esto? Aplicando dos factores importantes: comunicación y colaboración.
‘Felicidad y trabajo’ son términos compatibles, e incluso complementarios, de igual modo cuando uno se refiere a ‘estar empleado y satisfecho’, cuando la empresa y sus trabajadores aúnan esfuerzos y mantienen una buena comunicación de modo sistemático aumentando motivación y la productividad, según los expertos en gestión.
Según lo que estipula María Guzmán, responsable de mercadotecnia (CMO) de SumaCRM. “la felicidad de los trabajadores tiene un impacto directo en el éxito de una empresa. Los jefes o directores deseamos contar con empleados satisfechos, que estén entusiasmados por trabajar, motivadas, abiertos a cambios y dispuestos a colaborar”.
“Los empleados que están satisfechos tienden a ser más felices, están más contentos y motivados en el trabajo, además de ser más productivos y, en gran medida, disminuyen sus ausencias”, apunta.
Según la experta también existen más posibilidades de que los trabajadores difundan positivamente información sobre su organización, y que se mantengan en la empresa durante mucho tiempo, lo que reduce la rotación de empleados.
“Según un estudio de la consultora Gallup, solo el 40% de los empleados están felices en su trabajo”, señala Guzmán.
“Hacer más felices a los trabajadores no consiste únicamente en poner una mesa de ping-pong, sustituir una hora de trabajo para hacer yoga en la oficina o salir los viernes antes para irnos juntos a tomar unas cervezas”, señala María Guzmán.
Según sus palabras “muchos echamos de menos el contacto diario con el equipo y, debido a las circunstancias, tenemos que adaptarnos a reuniones virtuales, que pueden darnos a corto plazo un cierto bienestar, aunque sabiendo que en un futuro volveremos a tener esa camaradería que hace que una empresa evolucione”.
Lograr trabajadores felices es un constante desafío, es por esto que bajo el margen del Día Internacional de la Felicidad, Leonard J. Glick, profesor de gestión y desarrollo organizacional de Northeastern University, Boston, describió para la revista Forbes una serie de consejos para mantener a la fuerza laboral contenta y, a la vez, productiva.
- “Sentimiento de propiedad. El hecho de que el personal se sienta responsable de participar en el producto o servicio final que el cliente compra hace que no sólo esté más satisfecho, sino también más comprometido. Una de las maneras de hacerlo es asegurar que todos sepan qué se hace en cada etapa de la producción, lo que permite participar con propuestas de mejora en cualquier fase”.
- “El mayor riesgo es tener gente quemada o aburrida en la empresa” afirma Glick. Es por esto que es importante otorgar a los trabajadores, la confianza para salir de su zona de confort. Es poco probable que los empleados quieran hacer una tarea específica y repetitiva hasta su jubilación. De esta forma, es indispensable otorgar nuevas responsabilidades que les permita crecer y tener más confianza.
- Mantenga informado al equipo. Es sabido que equipos directivos suelen tener una perspectiva más amplia y más clara de la empresa que los trabajadores. Por esta misma razón es importante compartir información con los empleados, y evitar que se enteren de asuntos de la empresa por terceras personas. sobre todo antes de que sepan las cosas por terceras personas. Saber cómo van los números o cuáles serán los próximos desafíos los invita a participar en la marcha de la compañía.
- Trate a los empleados como adultos. Si existen malas noticias, es necesario hablarlo sin tapujos. “Por norma general, los empleados son capaces de digerir la información; y de hacerlo mucho mejor si se les demuestra que se los tiene en cuenta”, asegura el profesor.
- Eres el jefe, no olvides la jerarquía. Es imprescindible no olvidarse de la jerarquía, más aún cuando es necesario tomar decisiones difíciles. Es importante que asuma esa responsabilidad, ya que las organizaciones requieren de liderazgo para sobrellevar las adversidades o momentos difíciles. Según Glick, “Uno de los principales problemas de la relaciones abiertas entre jefe y empleado es caer en el error de que se trata de una relación de igualdad”.