¿Tu trabajo te priva de tu energía y concentración y puede provocar enfermedades físicas, emocionales y mentales? Estás demasiado cerca del estrés crónico. Los síntomas del estrés crónico incluyen aumento de la presión arterial, dolores de cabeza y problemas para dormir. Además, el estrés crónico puede alterar tu estado de ánimo y provocar ansiedad y depresión.
- Principales fuentes de estrés laboral
- Excesiva carga de trabajo
- Falta de promoción
- Rentas bajas
- Falta de apoyo
- Tener menos control sobre las decisiones
- Altas expectativas
¿Cómo lo combatimos? Algunos consejos:
Toma descansos regulares
Simplemente toma un tiempo entre el trabajo para relajarte y recargarte.
La gimnasia de pausa ayuda bastante, o simplemente detenerse algunos minutos.
Evite los aperitivos azucarados
Los malos hábitos alimenticios son terribles para la salud física y mental. Para reducir el estrés, lo mejor es una dieta alta en proteínas y baja en azúcar. Las comidas con alto contenido de azúcar causan letargo.
Habla con tu jefe
Un ambiente de trabajo tóxico es una receta para el estrés. Si está lidiando con algo así, es hora de tener una conversación abierta con tus superiores.
Mantener un cuerpo y mente sanos
Ejercicio diario y dormir un mínimo de 6 horas de sueño por día son necesarios para reponer el cuerpo.
La meditación y los ejercicios de respiración profunda también pueden ayudar a aliviar el estrés.
Disfruta de un largo fin de semana lejos
Si las vacaciones no alcanzan para desconectarse, aprovecha las pequeñas escapadas que se pueden armar en fin de semana con días extra.
Aprende a decir no
No poder decir que no es una razón común para el estrés, pero si no aprendes a decir no, se te asignarán más y más tareas de las que probablemente no seas responsable.
No hay una receta mágica, combatir el estrés también es un trabajo que no puede dejar de hacerse.